¡Imagina un mundo donde los productos que usamos no solo satisfacen nuestras necesidades, sino que también cuidan el planeta!
Ese es el sueño que hace realidad el eco-diseño, una filosofía de diseño que transforma la forma en que creamos productos, incorporando criterios ambientales en cada paso: desde la idea inicial hasta su uso final y reciclaje.
En un planeta con recursos finitos y un consumo desmedido, el eco-diseño surge como una bocanada de aire fresco. Nos invita a repensar cómo diseñamos, producimos y consumimos, buscando un equilibrio entre nuestras necesidades y el bienestar del medio ambiente.
¿Por qué es importante el eco-diseño?
Planeta
sano: Reduce el impacto ambiental de los productos, desde
la extracción de materias primas hasta su desecho.
Recursos
para el futuro: Ahorra recursos naturales valiosos como el
agua, la energía y los minerales.
Economía circular: Promueve un modelo de producción donde los productos se reutilicen, reciclen y recuperen, evitando el desperdicio.
Innovación y competitividad: Abre las puertas a nuevas oportunidades de negocio y fomenta la innovación en el sector industrial.
Bienestar para todos: Contribuye a una mejor calidad de vida para las personas y las comunidades.
Ejemplos de eco-diseño que ya están cambiando el mundo:
¿Qué podemos hacer como consumidores? ️
El eco-diseño es un camino hacia un futuro más verde y próspero. ¡Súmate a la ola del cambio y ayúdanos a construir un mundo mejor!
Recuerda: ¡Cada pequeño gesto cuenta! Juntos podemos hacer la diferencia.
La Fiesta de la Primavera de este año, que se celebra el día
después de la segunda luna llena, comienza el 10 de febrero y se prolongará
hasta la Fiesta de los Faroles (más información al respecto más adelante), el
24 de febrero. En la actualidad viven en Europa alrededor de 2.230.000
inmigrantes chinos o descendientes de chinos. Esta cifra no tiene en cuenta los
muchos otros grupos demográficos de origen asiático en Europa que celebrarán la
festividad.
¿Qué es el Año Nuevo Chino?
Muchas de las fiestas tradicionales del calendario chino
tienen su origen en la celebración de fechas agrícolas significativas. Mientras
que la Fiesta del Medio Otoño, o Fiesta de la Luna, celebraba el final de la
temporada de cosechas el 29 de septiembre de 2023, la Fiesta de la Primavera
significa el comienzo de la temporada agrícola. Existe un profundo vínculo
histórico entre los rituales y la agricultura en la cultura china, que puede
relacionarse con el enfoque naturalista de la espiritualidad. El término 天
(Tiān) es un buen ejemplo de ello, con definiciones que van desde
"día" a "estación", pasando por "Dios" y
"Cielo". Aunque a un occidental le pueda parecer un abanico muy
amplio, es coherente con una filosofía que vincula lo sobrenatural al mundo
natural.
Los registros de las celebraciones de la Fiesta de la
Primavera se remontan al periodo de los Estados Combatientes, desde el 475 a.C.
hasta la unificación de China bajo Qin Shi Huang en el 221 a.C. Como la Fiesta
de la Primavera se basa en el calendario lunar chino, las fechas en que se
celebra cambian anualmente según el calendario gregoriano occidental.
Normalmente cae entre el 21 de enero y el 20 de febrero, y este año se celebra
el 10 de febrero. A partir del primer día del calendario lunar, la fiesta se prolonga
hasta el decimoquinto, también conocido como Festival de los Faroles.
¿Año del Dragón?
Es posible que ya haya oído que este año será el año del
dragón según el calendario del zodiaco chino. Cada año chino está significado
por uno de los 12 animales en rotación basados en la posición orbital de la
Tierra alrededor del Sol, a diferencia del Zodíaco occidental que se basa en
las constelaciones estelares. La cultura china también atribuye tipos de
personalidad a las personas en función de su animal del zodiaco. Los bebés
dragón son considerados "carismáticos, inteligentes, seguros de sí mismos,
poderosos y tienen suerte y talento por naturaleza", según la Universidad
de Washington. Esta creencia está tan extendida que se han registrado casos de
hospitales con capacidad insuficiente en los años del dragón, ya que los padres
chinos intentan tener un hijo en ese periodo de 12 meses.
Sin embargo, conviene saber que los nacidos en el año del
dragón no son compatibles con los del año del perro. Esto significa que no es
recomendable comprar un cachorro este año. También entra en juego el ciclo de
los elementos. Según el calendario chino, un año también puede definirse como
de metal, madera, agua, fuego o tierra. Al sumar los cinco elementos a los 12
animales, cada combinación específica sólo se produce cada 60 años. Al ser un
año de madera, es oficialmente el Año del Dragón de Madera. Un año de madera se
asocia a la fuerza y la flexibilidad, con cualidades personales de calidez,
cooperación, generosidad e idealismo.
¿Cómo se celebra el Año Nuevo chino?
Hay muchas tradiciones asociadas a la Fiesta de la
Primavera. Para muchos europeos, lo primero que les vendrá a la mente serán los
desfiles que se celebran en los numerosos barrios chinos que pueblan las
ciudades de todo el mundo. Los desfiles, como los de Londres y París, reunirán
muchos símbolos de la suerte del nuevo año, como fuegos artificiales, petardos
y comparsas de leones. Aunque serán muy divertidos, en realidad no es así como
muchos chinos celebran la Fiesta de la Primavera. En su lugar, la fiesta suele
considerarse un asunto familiar, con un gran número de personas que viajan por
todo el mundo para estar con sus seres queridos. En Latinoamérica también se
celebra la llegada del año nuevo chino.
Probablemente, las tradiciones más importantes asociadas a
la Fiesta de la Primavera son las gastronómicas. Los grandes banquetes
familiares son una parte importante de las celebraciones de la Fiesta de la
Primavera. Entre los alimentos importantes de este día están las naranjas y el
pescado, ya que ambos son sinónimos de prosperidad en cantonés y mandarín,
respectivamente.
EL concurso de diseño de la Vendimia siempre genera polémica. Y ese año no fue la excepción, aunque seguramente más justificada que en años pasados. El diseñador suele ver similitudes que a sus ojos rozan los límites éticos, en cada curva, color o tipografía similar. Es casi un deporte propio de la profesión el buscar parecidos, muchas veces inexistentes, o al menos no merecedores de la sentencia de hurto.
Pero este no fue el caso, la propuesta ganadora (que inmediatamente dejó de serlo) fue justamente condenada por ser un plagio descarado.
Podemos limitarnos a juzgar los plagios desde su falla ética o, dado lo habituales que son en nuestra profesión, buscar algún motivo que no los justificará, pero sí nos permitirá comprender su posible origen.
Si nos atenemos simplemente a sentenciar a los responsables del robo, no lograremos comprender si existe alguna raíz en nuestro accionar profesional. Los riesgos de la apropiación son mucho mayores que sus beneficios. Al menos eso quedó en claro en este último suceso, el plagio del concurso de la Vendimia 2019, donde los diseñadores pasaron de ganadores a enjuiciados no solo por el universo del diseño sino por la sociedad entera. Un costo muy alto para una acción que pudo ser evitada con cierta facilidad, simplemente distinguiendo entre inspiración y robo.
Y en busca de comprender el origen de la copia en diseño, podemos arriesgar al menos dos posibles motivos:
A) La falta de método para diseñar.
Si quienes recurren al plagio, tuviese un orden metódico que gobierne el proceso de diseño, seguramente no caerían en la falsificación. Al no existir ese orden, el caos reinante abre las puertas a que lo que debe ser simplemente una fuente de inspiración se convierta en la salida fácil y necesaria, o sea, el plagio. La falta de método convierte al proceso de diseño en un salto al vacío, donde la hoja en blanco puede generar angustia, conforme pasa el tiempo y no aparecen soluciones mágicas. Y digo mágicas, ya que sin un proceso ordenado, la respuesta creativa no va a tener sustento para existir.
En cuyo caso, es muy tentador, al encontrar en el trabajo de otro la respuesta que creemos aplica a nuestro diseño, el tomarlo “prestado”.
Si el método existe, nunca deberemos enfrentar ese vacío conceptual, sino que de antemano tendremos determinado el objetivo buscado, y un camino para arribar a él. En cuyo caso, cualquier posible fuente de inspiración será solo eso: inspiración. Un aporte al proceso pero nunca un reemplazo del proceso.
B) Una concepción errada de lo que es el diseño.
El plagio de la Vendimia sirve de ejemplo para comenzar a comprender este conflicto. El artista plagiado desarrolla por un lado una técnica (la de dibujar los volúmenes con papeles) y por otro, una sensibilidad para crear las formas. Cuando el diseñador toma como fuente de inspiración, en este caso, ambas habilidades, se encuentra con una lógica limitación para hacerlas propias. Situación totalmente razonable: al artista original le llevó un largo tiempo dominarlas, y ese largo camino es el que permite que les sean propias. El diseñador, apremiado por los tiempos, es incapaz de adquirir la destreza necesaria, entonces debe aproximarse lo más posible al original, para pisar terreno firme, en una tierra que desconoce. No le es posible tomarlo como inspiración, sino que inevitablemente debe caer en el plagio.
El diseño consiste en la creación de soluciones a problemas concretos. Para ello, el diseñador debería contemplar el uso del recurso indicado. De requerir un ilustrador particular, debería poder contratarlo. Pero esa concepción errada de lo que es el diseño nos permite pensar que también debemos ser quienes resolvamos ese requerimiento con nuestras propias manos.
Entonces, de considerar que aquello que nos inspiró (la imagen de un rostro femenino realizado con recorte de papel) es parte de la solución buscada, asumimos el rol de ilustradores que no nos corresponde.
No cursamos en escuelas de arte, no nos capacitamos para desarrollar estilos gráficos, no poseemos dominio en técnicas de ilustración. Es casi un insulto a aquellos profesionales que si lo hicieron, el pretender reemplazarlos, ignorando su capacidad y tiempo dedicado para lograr ser quienes son.
Como bien dijimos, el desarrollo de un estilo visual demanda tiempo y esfuerzo para ser dominado. Aquellos diseñadores que, afiliados al concepto de “diseño de autor” desarrollan un estilo, obtienen por resultado el dejar de responder al concepto de lo que es diseño, ya que dejarán de enfrentar el problema en busca de la solución indicada, para pasar a imponer su estilo como solución estándar.
Ambos errores conceptuales de lo que es el diseño: un proceso desgobernado por la falta de métodos llevado a cabo por un diseñador que se considera artista, son dos puertas de acceso (muchas veces combinadas) al plagio. Y un aporte más a la confusión general de la profesión.
