
Mamá, doy gracias por ser tu hijo, de que me guiaras en el
camino de mis locuras, me enseñaras para ser un hombre de bien, que muchas
veces dejaste tu comida para dármela a mí, que sacrificaste tus sueños para que
yo estuviera bien.
Nunca me ha faltado un abrazo, un consejo, ni siquiera...