
Los “flyers” son un clásico del marketing directo y casi siempre
terminan en la papelera pero, como en todo, hay
excepciones a la norma.
Por mucho que algunos se empeñen en dar por muerta esta fórmula
promocional, lo cierto es que sigue y viva coleando. ¿Su clave para sobrevivir?
Agarrarse...