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jueves, septiembre 20, 2018

Nahui Olin, la pionera del performance y de la liberación sexual en México



Los desnudos de la pintora, modelo y poetista Carmen Mondragón, quien adoptaría el nombre náhuatl de Nahui Olin, son pioneros del performance; actualmente se presenta una exposición en el Museo del Estanquillo de la CDMX.

Con frecuencia, la historia somete a un inmerecido anonimato al sexo femenino, sobre todo en el ámbito artístico. Lo hace además, menospreciando el valor de su legado, su trascendencia e incluso, de su mera existencia. De manera que hay una pléyade de magníficas artistas ocultas y sin nombre, cuyo valor debe enfrentarse a una losa de silencio cultural que pocas veces pueden vencer. Como si se tratara de una visión inquietante sobre la muerte y el olvido, las artistas anónimas — y lo que es peor, olvidadas — forman parte de una percepción sobre el punto artístico creado por mujeres que resulta devastador.



A la pintora Carmen Mondragón poca gente la conoce. Su alter ego, Nahui Olin resulta un poco más familiar, aunque sigue siendo una figura periférica dentro del mundillo artístico de su México natal. Eso, a pesar de su magnífica visión sobre el arte como forma de expresión simbólica y su aporte decisivo al simbolismo con tenor latinoamericano. Su obra se encuentra sepultada bajo años de menosprecio y también, a la sombra de cientos de nombres de artistas de mayor visibilidad comercial, que le condenaron a un ostracismo quizás inevitable. No obstante, su influencia continúa siendo notable e incluso imprescindible para comprender cierto ámbito de la cultura mexicana y también latinoamericana.

Carmen Mondragón, también conocida como Nahui Olin [Tacubaya, actual Ciudad de México, 1893-1978]. Poeta y pintora mexicana, una de las figuras del simbolismo artístico más destacadas y desafiantes de la primera mitad del siglo XX. A partir de los años 20, Olin se sumergió en la vida artística de su país y los círculos artísticos europeos. Convivió con personajes como José Vasconcelos, Frida Kahlo, David Siqueiros, Diego Rivera, Pablo Picasso, Edward Weston, Jean Charlot, Gerardo Murillo, entre muchos otros. En 1927 presenta en el Centro Histórico de la Ciudad de México una serie de desnudos tomados por el fotógrafo Antonio Garduño, donde explora el poder del cuerpo femenino, suceso que levantará gran escándalo en la élite conservadora. Su obra pictórica se inscribe dentro del naif, donde resalta la espontaneidad y la ingenuidad. Realizó múltiples autorretratos. Publicó Óptica cerebral, poemas dinámicos [1922], Câlinement je sois dedans [1923], Á dix ans sur mon pupitre [1924], Nahui Olin [1927] y Energía cósmica [1937]. Participó en una exposición colectiva en Bellas Artes en 1945, junto a los pintores Pablo O’Higgins y José Clemente Orozco. 

Su obra fue sepultada por los círculos artísticos de su país bajo la sombra del menosprecio, seguramente por su irreverencia estética y su potencia emotiva y erótica. En 1993, con motivo del centenario de su nacimiento, se organizó la exposición Nahui Olin, una mujer de los tiempos modernos en el Museo-Estudio Diego Rivera en la Ciudad de México.