El Día de la Tierra 2025 ha puesto un fuerte énfasis en la necesidad de acelerar la transición hacia las energías renovables a nivel global. El objetivo principal es triplicar la generación de energía limpia para 2030, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles. Más de 49 países ya están generando más del 50% de su electricidad a partir de fuentes renovables, lo que demuestra que este cambio es posible y está en marcha. Las energías renovables, como la solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica y mareomotriz, son clave para este cambio. Además de ser inagotables y sustentables, reducen significativamente la emisión de gases de efecto invernadero, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático y mejorando la calidad del aire, lo que tiene beneficios directos para la salud de las personas.
Este impulso hacia las energías limpias no solo protege el planeta, sino que también mejora la calidad de vida de millones de personas. Se están realizando esfuerzos a nivel mundial para aumentar la inversión en energías renovables, mejorar la eficiencia energética y desarrollar políticas que apoyen esta transición. La colaboración entre gobiernos, empresas y ciudadanos es crucial para lograr un futuro energético sostenible.
