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sábado, marzo 11, 2023

Sabes que es el arte Chicha... ?

 


La cultura chicha se ha fortalecido en los últimos años y una muestra clara de ello es justamente el arte gráfico. Sus trabajos son muy coloridos y llaman pronto la atención, este es un tema del que nadie puede sentirse ajeno porque lo tenemos en nuestras calles día a día y debemos aprender a valorarlo como lo que es, ARTE.

El ‘arte chicha’ nace a finales de los años 60, cuando se produjo una intensa migración en Lima, principalmente de la población andina. Así, se dio un proceso de adaptación, donde los inmigrantes, fusionaron la cumbia colombiana, que estaba muy de moda en esa época, con su música tradicional que es el huayno, surgiendo la así ‘la chicha’.

Este arte es muy fácil reconocer, siempre llama la atención, guste o no, siempre es llamativo, va más allá de lo tradicional y lo vemos en todas partes, en los carteles o afiches, que se caracterizan por colores extremadamente llamativos, como el fucsia, el verde, el amarillo, entre otros. Por lo general, estos no llevan imágenes, pero si en el caso los tuviera, los más representativos son la cara de un tigre o Sarita Colonia. La tipografía es gruesa sin serif, imponente y con muchas curvas.

Es así como esta fusión de muchos colores y letras extremadamente grandes describe a lo que se llama “arte chicha





                                         

martes, junio 29, 2021

Pedro Linares Lopez, padre de los alebrijes



Este 29 de junio de 2021 el artista mexicano Pedro Linares López habría cumplido 115 años y por esa razón Google decidió dedicarle un doodle.

Linares es el padre de los alebrijes, unas divertidas figuras de animales fantásticos, hechas a base de cartón, que tradicionalmente se elaboran en el sureño estado mexicano de Oaxaca.

Por sus colores chillones y su mágica fantasía son muy famosos en México, pero se conocen en el mundo entero como productos únicos de la tradición del arte popular mexicano.

Una pesadilla que se convirtió en sueño

Los primeros alebrijes fueron producto de una pesadilla del artista, quien a sus 30 años cayó enfermo. Soñó que caminaba por un bosque en el que animales híbridos y coloridos se aparecieron ante él.

Eran los alebrijes, como ellos mismos le dijeron.

Una vez recuperado, Linares comenzó a elaborarlos y pronto se popularizaron.

Hábil artesano de 12 años

Linares López nació en la Ciudad de México, el 29 de junio de 1906.

Su padre trabajaba como escultor de papel maché o cartonero, y entrenó a Linares para que siguiera sus pasos. Cuando tenía 12 años, ya se había convertido en un hábil artesano de artículos de papel maché.

Elaboraba piñatas y las tradicionales calaveras que se presentan en la celebración anual del Día de Muertos.

Los alebrijes no tuvieron mucho éxito al principio, pero Linares se decidió a refinar la técnica y poco a poco su reputación fue creciendo. Tanto que atrajo la admiración de los icónicos artistas mexicanos Frida Kahlo y Diego Rivera.

Pero fue un documental de 1975 sobre Linares de la cineasta Judith Bronowski lo que lo elevó a la fama.

En 1990, fue galardonado con el primer Premio Nacional de Artes y Ciencias de México en la categoría de Artes y Tradiciones Populares.









 

jueves, septiembre 20, 2018

Nahui Olin, la pionera del performance y de la liberación sexual en México



Los desnudos de la pintora, modelo y poetista Carmen Mondragón, quien adoptaría el nombre náhuatl de Nahui Olin, son pioneros del performance; actualmente se presenta una exposición en el Museo del Estanquillo de la CDMX.

Con frecuencia, la historia somete a un inmerecido anonimato al sexo femenino, sobre todo en el ámbito artístico. Lo hace además, menospreciando el valor de su legado, su trascendencia e incluso, de su mera existencia. De manera que hay una pléyade de magníficas artistas ocultas y sin nombre, cuyo valor debe enfrentarse a una losa de silencio cultural que pocas veces pueden vencer. Como si se tratara de una visión inquietante sobre la muerte y el olvido, las artistas anónimas — y lo que es peor, olvidadas — forman parte de una percepción sobre el punto artístico creado por mujeres que resulta devastador.



A la pintora Carmen Mondragón poca gente la conoce. Su alter ego, Nahui Olin resulta un poco más familiar, aunque sigue siendo una figura periférica dentro del mundillo artístico de su México natal. Eso, a pesar de su magnífica visión sobre el arte como forma de expresión simbólica y su aporte decisivo al simbolismo con tenor latinoamericano. Su obra se encuentra sepultada bajo años de menosprecio y también, a la sombra de cientos de nombres de artistas de mayor visibilidad comercial, que le condenaron a un ostracismo quizás inevitable. No obstante, su influencia continúa siendo notable e incluso imprescindible para comprender cierto ámbito de la cultura mexicana y también latinoamericana.

Carmen Mondragón, también conocida como Nahui Olin [Tacubaya, actual Ciudad de México, 1893-1978]. Poeta y pintora mexicana, una de las figuras del simbolismo artístico más destacadas y desafiantes de la primera mitad del siglo XX. A partir de los años 20, Olin se sumergió en la vida artística de su país y los círculos artísticos europeos. Convivió con personajes como José Vasconcelos, Frida Kahlo, David Siqueiros, Diego Rivera, Pablo Picasso, Edward Weston, Jean Charlot, Gerardo Murillo, entre muchos otros. En 1927 presenta en el Centro Histórico de la Ciudad de México una serie de desnudos tomados por el fotógrafo Antonio Garduño, donde explora el poder del cuerpo femenino, suceso que levantará gran escándalo en la élite conservadora. Su obra pictórica se inscribe dentro del naif, donde resalta la espontaneidad y la ingenuidad. Realizó múltiples autorretratos. Publicó Óptica cerebral, poemas dinámicos [1922], Câlinement je sois dedans [1923], Á dix ans sur mon pupitre [1924], Nahui Olin [1927] y Energía cósmica [1937]. Participó en una exposición colectiva en Bellas Artes en 1945, junto a los pintores Pablo O’Higgins y José Clemente Orozco. 

Su obra fue sepultada por los círculos artísticos de su país bajo la sombra del menosprecio, seguramente por su irreverencia estética y su potencia emotiva y erótica. En 1993, con motivo del centenario de su nacimiento, se organizó la exposición Nahui Olin, una mujer de los tiempos modernos en el Museo-Estudio Diego Rivera en la Ciudad de México.