La imagen de nuestra marca es uno de los elementos más importantes de ésta, pues es la carta de presentación de una empresa. Es el primer contacto de un potencial cliente con los servicios que ofrecemos, y es por esto que debemos cuidarla al máximo. Cuando contamos con una imagen de marca desfasada, antiestética, o que no aporta ningún valor o beneficio a nuestro negocio, es cuando tenemos que plantearnos el transformarla, a través de un rebranding o un restyling
1. La marca está obsoleta
Podemos decir que una imagen de marca es exitosa cuando a pesar del paso del tiempo sigue cumpliendo su objetivo. Cada año surgen nuevas tendencias de diseño, y aunque sean vistosas y atractivas en el momento, puede jugarnos una mala pasada. Las modas no son más que eso, modas. Si confiamos en ellas en exceso para hacer que nuestra marca sea cool, estamos corriendo el riesgo de necesitar un restyling o un rebranding. como referencia de estudio podemos ver a telefónica , que en 2021 cambió su logo tras 20 años. Esta nueva marca está adaptada a los nuevos medios digitales, y lo hace en medio de una oleada de cambios en la imagen de marca de empresas de su alrededor. que en el próximo post le dedicaremos un espacio a esta historia.
2. El objetivo central del negocio ha cambiado
Una marca no es algo estático e impermeable, es algo que muta, crece, y evoluciona. Es por ello que puede que los objetivos de nuestra marca sean diferentes de lo que eran en un principio. Quien hizo esto de una manera exitosa y consiguió que olvidáramos su anterior imagen fue Instagram. En 2016 cambia por completo su imagen, pues dio un salto hacia un nuevo modelo. Ya no era una simple herramienta para compartir fotos. El nuevo look necesitaba ir acorde con esta red social en constante evolución, y lo consiguió con creces.
3. Cuando el usuario ya no se siente identificado con la marca
Una de las misiones de un negocio es conectar con su público. El momento en el que esto no sucede, difícilmente van a adquirir sus productos o servicios, lo cuál nos lleva a un declive imparable. Esto no siempre es fácil de identificar, por eso tenemos que prestar atención a nuestra imagen de marca, mimarla, y adaptarla. Así lo hizo Jones Knowles Ritchie con Burger King por medio de un restyling, adaptándola a los nuevos tiempos. Un cambio que responde a su compromiso con la sostenibilidad, la calidad de su comida, la relación con el cliente y la digitalización. En este caso Burger King no cambia por completo, sino que recupera su imagen, adaptando algo que ya nos sonaba: su imagen de 1994.
0 comments:
Publicar un comentario