Para los que aun no han trabajado como diseñadores y piensan hacerlo, aquí un
pequeño abre boca de lo que tendrán que enfrentar como profesionales.
Grandes diseños por
poco precio: Casi todo mundo tiene Photoshop, así que los clientes piensan
que es muy fácil tomar cualquier imagen y convertirla en un buen diseño.
Quieren pagar en
largas y olvidadizas cuotas: Cada vez que te contraten pide el 50% de
anticipo y el resto al entregar el trabajo.
Necesitan el trabajo
para ayer: Infinidad de clientes te pedirán un diseño que debería estar
listo hace semanas. Lo peor viene cuando existen errores costosos por la falta
de revisión en el contenido.
Nunca te entregan a
tiempo las imágenes y texto: Jamás esperes que te manden todo el contenido
del diseño, tendrás que trabajar con texto simulado e imágenes diferentes a las
originales.
No te mandarán
imágenes de alta resolución para trabajos de impresos: Existen clientes que
por ahorrarse el contratar un estudio fotográfico, toman ellos mismos las
fotografías y te las mandan, sin saber que las tomaron con una cámara de menos
de 4 megapixeles, a un tamaño pequeño, a 72 dpi y además todas requieren una
“arregladita” en Photoshop.
Te forzaran a
utilizar su imagen corporativa, aún si está mal hecha: ¿Cuántas veces hemos
recibido tan solo un impreso en periódico para que digitalicemos el logo de una
compañía? y que de ahí saquemos todos los impresos, separación de color para
serigrafía, un sitio en Internet, una animación en Flash, etc.
Siempre te piden más
trabajo del acordado en el contrato: Puede ser buenos si te pagan por ello,
pero si te piden algunos extras sin pagarte, entonces existe algo malo en tu
forma de arreglar convenios.
Te pedirán algún
diseño que ya perdieron: Espera a que tus clientes te pidan un diseño que
hiciste hace tres años. Por este motivo guarda respaldos de todo lo que haces.
Te quieren controlar
por cada paso en el Diseño: Existen clientes que desean controlar todos los
aspectos del diseño, dejándote muy poca acción en cuanto a creatividad en el
proceso. Es importante que hagas valer tu conocimiento y creatividad (en una forma amigable), para
que el cliente confié en tu juicio visual.
Un cliente que se la
sabe de todas todas! : Allá afuera existen infinidad de clientes que
piensan que saben todo acerca de tu trabajo. Lo mejor es saber tratar con esas
personas, respetar lo que te digan, pero utilizar tu juicio de Diseñador. No
hay por qué pelearse con él. Si así lo haces tendrás una terrible experiencia
de trabajo. Él tratará de justificar su punto de vista y tú la de
contrarrestarlo. Es un círculo vicioso que nunca termina.
Recuerda
Lo que sabes es lo que vales…
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